DECLARACIÓN DE LOS PRINCIPIOS DE LA TAREA EDUCATIVA
- La educación es el futuro y progreso en toda sociedad.
- Las nuevas generaciones requieren el interés de la anterior, para orientarles en la vida experimentada, y discernir lo que supone un bien, salud física, moral y emocional, camino de felicidad y sus contrarios.
- La misión de todo educador es ayudar a formar personas sólidas, competentes, que aprendan a amar, a encontrar el sentido de su vida,
- El educador enseña al educando a ser capaz de convivir y colaborar con el bien común de los demás, respetando la dignidad de cada persona y la propia, por el mero hecho de ser persona, no por sus resultados.
- Los docentes deben transmitir la verdad y enseñar cómo descubrir el conocimiento verdadero y el saber.
- El educador asegura la libertad y defiende el bien del educando.
- El educador no ha de generar energía, sugerir la chispa que encienda el descubrimiento de mayores verdades en todos sus alumnos y alumnas, con exigencia, amabilidad, honradez y lealtad.
- La educación de calidad es la educación personalizada (de personas a personas) e integral (atendiéndolas en todos sus ámbitos).
- La educación personalizada no es individual, pero la individual y la grupal han de ser personalizadas e integrales.
- La educación personalizada empieza por reconocer que el educador también es persona.
- El educador enseña a amar la vida y la realidad en la que se desenvuelve, enseñándole cómo valorarla por su bondad.
- Para el educador, los errores tienen menos peso que los aciertos.
- La libertad y la responsabilidad son dos cualidades inviolables en el educando, que no pueden violentarse ni obstaculizarse y sí exigirse.
- El educador mira hacia el futuro seleccionando del presente lo que intuye que será válido, al tiempo que recoge del pasado lo que la experiencia enseña que es valioso. Enseña a valorar la tradición, actualizándola con su propio pensamiento crítico, libre y personal.
- El educador observa, estudia y concluye, pero no juzga.
- El educador siempre cree en la posibilidad de mejora del educando.
- La educación siempre es positiva, de modo que no existe la mala educación, sino que hay educación o carencia de ella.
- El educador no transmite valores, sino virtudes; no ideas que se proclaman, sino hechos llevados a la vida con coherencia y unidad vital entre lo que se piensa, se cree, se siente, se opina y se hace.
- La convivencia entre seres humanos, también en la escuela, requiere enseñar habilidades sociales, solidaridad y empatía.
- La escuela reúne a personas que se deben compañerismo por el mero hecho de ser personas y coincidir en una actividad, sin necesidad que se dé entre ellas afinidad ni amistad.
- La educación permite la buena convivencia y la falta de ella es falta de educación.
- El educador siempre tiene esperanza y enseña el optimismo a su alumnado y familia.
- El educador siempre es optimista; si no, es porque le faltan datos.
- Educa mejor quien mejor quiere.
- El educador quiere a todo su alumnado, con su diversidad, errores y carencias. Le quiere como es en el presente, no como podrá cambiar.
- El educador da lo que es, no sólo su tiempo y su conocimiento.
- El educador transmite el deseo apasionado por saber y comprender.
- La educación no se limita a ofrecer nociones, conocimientos o información, sino que tras las nociones provoca preguntarse la verdad de cada realidad, para que pueda orientar su vida.
- El educador enseña al educando a poner esfuerzo, ponerlo prolongadamente en el tiempo y a pedir ayuda cuando la necesita.
- Las dificultades, los obstáculos y los errores y, con ellos, el sufrimiento, es parte de la vida y del aprender a vivir, a hacer y a ser. El fracaso sólo se da cuando se abandona o desespera.
- La capacidad de aprender, de amar, se corresponde con la capacidad de tolerar la contrariedad y luchar por un objetivo, sufriendo junto a su educador.
- Aumentar la fuerza de voluntad es una necesidad de quien quiere mejorar.
- El educador debe enseñar con el ejemplo el equilibrio entre libertad y disciplina, en las cosas pequeñas.
- El educador ayuda a formar el carácter al educando y prepararse para afrontar las pruebas del futuro.
- El educador respeta la libertad del educando, pero sin secundar sus errores, ni fingir que no importan.
- El educador deberá ganarse la autoridad que sólo el educando puede otorgarle y que es fruto no sólo de la competencia y experiencia del educador, sino de la coherencia de su vida e implicación personal en el educando, expresión del amor verdadero que siente por él.
- El educador es testigo de la verdad y del bien, pese a ser persona, por tanto, imperfecta y con innumerables errores; que procura, pese a ello, ponerse continuamente en órbita con su misión educadora y vital.
- El educador enseña al educando a ser responsable consigo mismo y con la sociedad.
- El alma de la educación es la esperanza en el educando y la confianza en su vida.
- La técnica y la pedagogía es menos importante en la educación que el cariño del educador.
- El educador siempre busca un fin bueno para el educando, con buenas formas, buenos modos, amables, aunque exigentes, sin justificar medios inadecuados.
- La vocación del educador es proteger y alimentar la vocación de la libertad y del amor del educando.
- La vocación educadora es trascender la obra educadora.
- El educador siempre deja buena huella en el educando.
- El educador es alegre, serio o no. La alegría es el termómetro de su vocación.
- El educador se interesa por todo su alumnado y en todas sus dimensiones y para cada uno diseña un plan de mejora personal.
- El educador, cuanto más se interesa e implica en el alumnado, menos se interesa en sí mismo.
- El educador está atento a todo lo que incumbe al educando y supera la superficie para llegar a su interior.
- El educador tiene personalidad y es creativo: crea nuevos objetivos y nuevos modos de lograrlos.
- El educador es más artista que técnico de la educación.
- El educador sabe la grandeza de su tarea y por eso no necesita el reconocimiento para seguir ejerciéndola.
- El educador aprovecha el tiempo del alumno o alumna: sin prisa, con armonía y con eficacia.
- El educador sabe que la educación tiene más que ver con los tiempos que con los espacios.
- El educador que deja huella es el que tiene alumnos y alumnas que la dejan, para el bien de muchos.